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martes, 22 de febrero de 2011

MEMORIA DE UN GRANDE E INMORTAL

 
 
 
 

Las muertes de José

Carlos Andrés Pérez Trujillo/ Editor Cultural

La memoria de José Eustasio Rivera Salas, ‘Tacho’ o Tachito como lo llamaba su familia, la hemos venido matando después de su muerte, el primero de diciembre de 1928. Pese a esto, los colegios lo recuerdan, los concursos lo ponen como impronta, el Centro de Convenciones más importante de Neiva lleva su nombre, un barrio en la capital del Huila lo menciona. ¿Es suficiente todo esto?
¿Hemos matado la memoria de José Eustasio Rivera Salas? Muchos consideran que no hemos sido lo suficientemente gratos para mantener viva la memoria del principal escritor del Huila. Veamos:
La primera vergüenza
“José Eustasio es un eterno desconocido en el Huila. Para vergüenza, mientras en París hay un museo de José Eustasio Rivera, en Neiva la casa donde nació el escritor  se encuentra las instalaciones del cuestionado DAS. Ya con eso tiene uno para sentir vergüenza”, afirmó de tajo la profesora Cecilia Repiso, Directora de la Editorial de la Universidad Surcolombiana y docente del programa de Literatura, quien no midió palabras en decir que al escritor lo habían echado del Huila.
Este desprecio aún se mantiene. Ayer, que debió celebrarse los 123 años del nacimiento de Tacho, un cómplice silencio empañó la fecha. Entre tanto, en las instalaciones del Departamento Administrativo de Seguridad, como era de esperar, fue un día común.
Sergio Calderón Prada, ingeniero y nieto de Margarita Rivera, hermana a su vez de José Eustasio Rivera, ayer desde la ciudad de Manizales habló con DIARIO DEL HUILA, sobre la casa que fue de su familia, “la casa de J.E.R. hay que recuperarla para el anhelado museo. La mejor memoria, además de estudiar su legado literario y sociopolítico, periodístico y literario, hay que pedirle a la clase política del Huila que haga realidad el contenido de la ley 40 de 1929. Además de hacer algo en torno al mausoleo de la familia Rivera Salas en el Cementerio Central de Bogotá que está en estado de franco deterioro”, afirmó el descendiente del escritor con gran preocupación.
Entre tanto, la secretaria de Cultura Departamental, Nubia Estela Monje, al preguntársele sobre el tema afirmó que en  el edificio de la Biblioteca Departamental, en una de sus salas se encuentran “todos los textos de Rivera”,  donde realmente no está la mejor biografía que le han hecho al escritor (Horizonte Humano Biografía de J.E.R-Eduardo Neal Silva), ni mucho menos, las calificaciones del pequeño Tacho, ni los manuscritos de la primera edición de La Vorágine, que esta entidad se negó a recibir hace más de dos años.
En relación con la casa, dijo: “esto tendría unas implicaciones de costos,  de planos para volver a construir la casa para restaurarla. Ahora no hay disponibilidad financiera para ese tema. Pero es que más que los contenedores,  hay muchas casas que se han reconstruido y se han caído otra vez. Se trata es de la acción,  de que la gente se empodere de la literatura. Perdóneme, pero acá en la Biblioteca Departamental tenemos todas las obras de Rivera”, explicó la Secretaria.
Por su parte el Ex Ministro y ex senador, Guillermo Plazas Alcid, quien fue el precursor de la Ley 42 de 1988, que dio origen a la fundación Tierra de Promisión, que a su vez implementó hace 24 años la Bienal Nacional de Novela ‘José Eustasio Rivera’, recordó que para 1955, cuando él cursaba el grado sexto de bachillerato en el Colegio Nacional Santa Librada, el rector de esta institución  Jenaro Díaz Jordán, quien a su vez fue compañero de estudio de J.E.R. en el municipio de Elías, los obligó a ir hasta la calle que llamaban El Chorro, más tarde Calle del Camellón; allí celebraban un especial acto en homenaje al cincuentenario del Huila: “Ahí, entonces era la casa de Rafael Azuero Manchola, ex Presidente de la República y figura de primer orden de nuestra historia política. Para conmemorar y para registrar históricamente ese hecho, el Doctor Azuero, invitó al  poeta  Rafael Maya para que descubriera una placa donde se mencionaba que ahí existió la casa de Rivera. El poeta pronunció una conferencia en ese entonces y el rector del nuestro colegio, nos ordenó ir en comunidad a escuchar al maestro Maya. Son de esos episodios que tengo frescos en mi memoria, esa ceremonia”, comentó.
Plazas Alcid, finalmente indicó que sus deseos es que exista una casa-museo del escritor, de no cederse la casa esperada, él ofreció las instalaciones donde funciona la Fundación Tierra de Promisión.

martes, 15 de febrero de 2011

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Este ensayo trata de...


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adios a un grande

Juan San Cristóbal
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